SÍ O SÍ AL MARKETING MOVIL

A veces creo, personalmente, que no nos damos cuenta del nivel y la rapidez con la que está evolucionando el mundo en general. Lo que hoy es nuevo, mañana no tiene ninguna aplicación, porque mientras nosotros dormíamos, en la otra punta del mundo ya habían desarrollado cualquier otra cosa que lo supera en gran magnitud. Increíble, pero cierto. El mundo cambia a diario a un ritmo del que ni siquiera somos conscientes, o al menos, al que la gran mayoría de personas, no lo son.

El ejemplo más claro, el uso de smartphones y dispositivos portátiles de este calibre con conexión constante a la red. El mundo de los teléfonos móviles está dominado por estos terminales inteligentes con multitud de funcionalidades, a cada día que pasa más asombrosas, a través de las cuales los usuarios pueden ver cumplidas casi (y es un casi que ya solo limita las actividades físicas del momento), todas sus necesidades.

Con el estallido de estas tecnologías y dada la evolución que está sufriendo el mercado, era obvio que, más temprano que tarde, apareciera la solución para casar los teléfonos digitales con la corriente actual de desarrollo en los quehaceres diarios de, ya no hace falta ni decir de toda empresa, sencillamente, de toda persona.

¿Cómo? Bienvenidos al boom, in crescendo, del mobile marketing, si tomamos el anglicismo, o marketing movil, hablando en términos más próximos.

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El marketing movil, o también bautizado en algunos foros como el m-commerce, ha obligado al marketing digital más tradicional, a adaptarse a estos nuevos dispositivos, que ofrecen un sinfín de posibilidades debido a sus características propias.

Es necesario por tanto, saber desarrollar las técnicas y estrategias adecuadas, para luego subir los contenidos aptos y generar modelos de negocio de marketing movil que repercutan de forma sostenible en las ganancias de empresarios. Ya no sólo de grandes directores de multinacionales de influencia, incluso a título personal, para pequeños principiantes, que, sin lugar a dudas, deben explotar hoy esta vía del marketing digital. Hay que aprender esas técnicas y formatos: saber posicionar una marca, promocionar productos y servicios, y planificar campañas publicitarias adaptadas al medio móvil, fundamentales para el éxito en esta área del marketing del nuevo canal de comunicación por excelencia.

Esta nueva vertiente del marketing ha sido el resultado del auge en un país como España (a modo de ejemplo, y para presentar un escenario que a mí personalmente me toca bastante), donde la tasa de penetración del smartphone es superior a la media europea, según esclarecen los últimos estudios de mercado, y donde la inversión, prácticamente se ha ¡quintuplicado!

Por el ritmo de vida actual, la telefonía móvil y sus grandes capacidades, han venido a ser el Moisés digital que ha abierto el camino en un mar de aguas bravas, donde han cambiado muchas cosas: nuestro modo de socializarnos, comunicarnos e incluso de comprar. Por lo tanto, ha llegado el momento de dedicarse por completo a aprovechar su potencial. Una realidad que las empresas ya tienen que haber analizado y estudiado, aunque no por ello deben dejar olvidado, para adaptarse a las nuevas y constantes necesidades del perfil del consumidor de hoy en día.

En sus comienzos, las acciones y estrategias de marketing, adaptadas a dispositivo móviles, se concentraban en “simples” campañas de envíos masivos de mensajes de texto. Hoy, los smartphones han multiplicado esas ventajas y han disparado las posibilidades del mobile marketing: desde el constante acceso a Internet, el envío de esos mensajes mediante servicios de mensajería como Whatsapp, geolocalización, email marketing, y cantidades infinitas y, seguro que aún muy desconocidas, de aplicaciones móviles. Todo con el fin máximo de lograr captar y fidelizar clientes.

Frente a la significativa bajada que han experimentado los ordenadores convencionales y portátiles, se encuentra el crecimiento a un ritmo frenético, como decía antes del uso de los dispositivos móviles, sean éstos teléfonos de alta gama, o tablets de menor o mayor tamaño. El consumo a partir de esta aparatología es más que demoledor, y para muestras, un botón. Según ese mismo estudio que nos hablaba del marketing movil como una tendencia al alza en nuestro país, el mismo análisis nos descubre el perfil de la gente de a pie, el de un consumidor habitual de las redes que se pasa el día “enredado” desde su terminal, concretamente según la media, más de dos horas y media diarias consultando información, haciendo búsquedas, comprando los últimos gadgets o utilizando aplicaciones, desde su teléfono móvil.

Todo un reto para los directores de marketing y para las empresas que trabajan en la explotación de estas estrategias, quienes han tenido que redefinir las tácticas usadas hasta el momento en el consumo mediante ordenadores de sobremesa, y crear nuevas sinergias con sus clientes para conseguir buenos resultados y hacer mella en el medio móvil online.

Cosas complicadas, pero a la par tan simples como conseguir que aquello diseñado en una pantalla corriente de tantas pulgadas, sea igual de visible en una pantalla hasta cinco veces más pequeña; el diseño responsive. Un ejemplo de algo tan sencillo en lo que quizás, a bote pronto no pensamos, pero que realmente hay que cuidar hasta el mínimo detalle.

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Cada vez son más los internautas que se conectan a la red a través de tablets o smartphones, personas que comprenden una amplia representación de la población tanto por edad, como por raza o sexo, con disponibilidad completa y libertad de movilidad, que les permite a éstos como usuarios consumir contenido y estar conectados en cualquier momento y desde cualquier lugar. Si las empresas no toman este desafiante reto en serio, no adaptan sus técnicas publicitarias tradicionales a las exigencias de los nuevos tiempos, perderán completamente su peso y visibilidad, que es uno de los puntos clave de hoy, ser visibles, en su terreno para el resto del mundo.

Justo en un pequeño parón lo comentaba hoy con un compañero, y superior, de la empresa. Hay que evolucionar, sí o sí. No podemos ser estáticos. Quién no quiere tirar hacia delante, sea cual sea el ámbito de vida al que nos refiramos -porque esto afecta a todas las áreas-, no llegará a buen puerto. No conseguirá vencer sus metas, si no utiliza los medios adecuados para llegar a ellas. Es como si el hombre se entestara en ir andando de una punta a la otra del planeta, cuando tiene aviones para hacerlo más cómodamente, que le darán resultados mucho más satisfactorios, y simplemente, por no querer, no lo consigue, o podrá hacerlo, pero quien sabe si cuando llegue será de nuevo tarde, y volverá a estar en la cola de la actualización del momento.

El marketing movil cobra una vital importancia en la actualidad. Esta es la realidad y quien no quiera asumirla tendrá, seguro muchos problemas, o trabas que le dificultaran el camino. Las estadísticas apuntan a que la tendencia en poco tiempo responderá a un desorbitado crecimiento del uso de los dispositivos móviles por parte de los consumidores. Si hoy ya es grande y según dicen, se ha quintuplicado, es inimaginable el volumen de conexiones desde smartphones, o lo que venga próximamente, en cuestión de un par o tres de años. Estamos perdiendo el miedo a Internet. Aquellos tabúes que existían no hace tanto, se van disipando y ello repercute en la popularidad y éxito de nuestra empresa. Las compras siguen una tendencia al alza. Compramos más en red y compramos más a través de nuestros dispositivos móviles.

¡Empresas, y gente en general! Yo que no entiendo aún mucho de todo el tema lo veo, y creo que el marketing movil ofrece todo un mundo de posibilidades para acceder a esos clientes en potencia para así intentar aumentar los beneficios de vuestro negocio. Lo veo como recién incorporada al tema, y ahora convertida en el alma gemela de Bob Esponja, absorbiendo cada detalle informativo que pueda; pero también como consumidora, así que la aplicación es sencilla: marketing movil y muchas estrategias bien elaboradas, personalizadas (personalmente, cuando me siento escuchada e importante, más me intereso por algo).